Los capullos de orquídea se están volviendo amarillos

, florista
Última revisión: 29.06.2025

Los capullos amarillentos en una orquídea pueden ser una imagen preocupante para cualquier propietario. Los capullos simbolizan el potencial de hermosas flores, y cuando empiezan a amarillearse, puede ser desalentador. En este artículo, exploraremos por qué los capullos de las orquídeas se amarillean, las principales causas de este problema y qué se puede hacer para prevenirlo en el futuro.

¿Por qué los capullos de las orquídeas se vuelven amarillos?

Hay varias razones por las que los capullos de las orquídeas se amarillean. A continuación, analizaremos cada factor en detalle para que puedas determinar qué podría estar afectando a tu planta.

  1. Falta de humedad. Las orquídeas necesitan un nivel adecuado de humedad para prosperar, especialmente durante la fase de brotación. Si el aire es demasiado seco, los capullos pueden amarillear y eventualmente caerse. La humedad es crucial para mantener los capullos sanos, especialmente durante la floración. Las orquídeas prefieren un nivel de humedad del 50-70 %. Si el aire es demasiado seco, la planta puede tener dificultades para mantener los capullos sanos, que pueden amarillear y marchitarse.
  2. Riego inadecuado. El riego inadecuado es otra causa común del amarilleo de los capullos de las orquídeas. Tanto el riego excesivo como la falta de riego pueden afectar negativamente a la planta. Con un riego insuficiente, las raíces no pueden suministrar suficiente humedad a los capullos, lo que provoca el amarilleo. Por otro lado, el riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces, lo que también afecta la capacidad de la planta para nutrir los capullos y provoca el amarilleo.
  3. Estrés térmico. Las orquídeas son sensibles a los cambios repentinos de temperatura. Si la temperatura ambiente cambia drásticamente, puede estresar a la planta, provocando que los cogollos se amarilleen. Esto es especialmente cierto en caso de caídas repentinas de temperatura durante la noche o sobrecalentamiento debido a la proximidad a aparatos de calefacción. Las orquídeas prosperan en un rango de temperatura estable de 18-25 °C (64-77 °F). Cualquier desviación significativa de este rango puede causar el amarilleamiento de los cogollos.
  4. Luz insuficiente. La luz es esencial para el crecimiento saludable de los capullos de las orquídeas. Si la planta no recibe suficiente luz, podría no tener la energía suficiente para mantener los capullos, lo que puede provocar que se amarilleen. Las orquídeas necesitan luz brillante pero difusa. La luz solar directa puede ser demasiado intensa y causar quemaduras, mientras que la luz insuficiente puede dificultar el desarrollo de los capullos. Es importante colocar la orquídea en un lugar donde reciba suficiente luz solar indirecta.
  5. Deficiencia de nutrientes. Para que los cogollos crezcan sanos, las orquídeas necesitan nutrientes. Una deficiencia de nutrientes esenciales como el potasio y el fósforo puede afectar negativamente la salud de los cogollos, provocando amarillamiento. Es importante usar fertilizantes especializados para orquídeas y seguir las dosis recomendadas para mantener la planta sana y favorecer el desarrollo de los cogollos.
  6. Corrientes de aire y aire frío. Las corrientes de aire son otra razón por la que los capullos de las orquídeas pueden amarillearse. La exposición al aire frío, incluso por un corto periodo, puede estresar la planta, provocando el amarilleo de los capullos y su posterior caída. Esto es especialmente relevante durante el invierno, cuando la ventilación de las habitaciones puede provocar que el aire frío afecte a la planta.

¿Qué hacer si los capullos de las orquídeas se ponen amarillos?

Si nota que los capullos de su orquídea se están poniendo amarillos, es importante tomar medidas oportunas para corregir la situación. Aquí tiene algunas recomendaciones para ayudarle a salvar la planta:

  1. Aumente la humedad. Asegúrese de que la orquídea tenga suficiente humedad. Use un humidificador o coloque una bandeja con agua y piedritas cerca de la planta para mantener un nivel adecuado de humedad. Rociar regularmente también puede ayudar, pero tenga cuidado de no dejar que el agua se acumule en la base de las hojas, ya que esto puede provocar su pudrición.
  2. Riego adecuado. Establezca una rutina de riego adecuada. Riegue la orquídea cuando el sustrato se sienta seco al tacto, pero evite que se seque por completo. Asimismo, evite regar en exceso, ya que esto puede causar problemas en las raíces que provoquen el amarilleo de los cogollos. Asegúrese de que la maceta tenga un drenaje adecuado para evitar el estancamiento del agua.
  3. Mantenga una temperatura estable. Mantenga la temperatura ambiente estable, evitando cambios bruscos. Mantenga la orquídea alejada de aparatos de calefacción, aire acondicionado y zonas con corrientes de aire para minimizar el estrés de la planta. Mantener una temperatura constante ayudará a prevenir el amarilleo de los cogollos.
  4. Proporcione una iluminación adecuada. Asegúrese de que la orquídea reciba suficiente luz. Si la luz natural es insuficiente, puede usar luces de cultivo que proporcionen el espectro lumínico necesario para un desarrollo saludable de los cogollos. Evite exponer la orquídea a la luz solar directa, ya que puede ser demasiado intensa y causarle más estrés.
  5. Fertilice adecuadamente. Use fertilizantes específicos para orquídeas, con especial atención al fósforo y al potasio, que promueven la floración. Fertilice cada dos semanas durante el período de crecimiento activo y floración. Tenga cuidado de no fertilizar en exceso, ya que un exceso de nutrientes puede dañar las raíces y los cogollos.

Errores comunes en el cuidado de las orquídeas que provocan el amarilleo de los capullos

  • Fertilización excesiva. El exceso de fertilizante, especialmente con alto contenido de nitrógeno, puede provocar quemaduras en las raíces y amarilleamiento de los brotes. Utilice siempre fertilizantes específicos para orquídeas y siga las dosis recomendadas.
  • Traslado frecuente de la planta. A las orquídeas no les gusta que las trasladen con frecuencia. Los cambios de ubicación pueden estresarlas, provocando que los capullos se amarilleen y se caigan. Procure mantener la orquídea en un mismo lugar, especialmente durante la formación de capullos.
  • Monitoreo inadecuado de la salud radicular. El sistema radicular es crucial para la salud de una orquídea. Revise regularmente las raíces para asegurarse de que estén sanas y no se pudran. Si las raíces no están sanas, no pueden suministrar los nutrientes y la humedad necesarios a los cogollos, lo que provoca el amarilleo.

Conclusión

El amarilleo de los capullos en una orquídea puede deberse a diversos factores, como la humedad insuficiente, el riego inadecuado, el estrés térmico, la falta de luz y las deficiencias de nutrientes. Comprender las causas del amarilleo y tomar medidas correctivas oportunas le ayudará a mantener la salud de la planta y a disfrutar de sus hermosas flores.

Las orquídeas requieren cuidados minuciosos y condiciones de crecimiento estables. Si creas las condiciones óptimas, te recompensarán con hermosas flores y los capullos amarillentos dejarán de ser un problema. Recuerda: la paciencia y el cuidado constante son clave para un cultivo exitoso de orquídeas.