Cuidado de la orquídea después de la floración

, florista
Última revisión: 29.06.2025

Cuidar una orquídea después de su floración en casa es fundamental para mantenerla sana y prepararla para la siguiente floración. En este artículo, explicaremos cómo cuidarla y podarla para asegurar su recuperación y futura floración.

Cuidado de las orquídeas después de la floración en casa.

Tras la floración, una orquídea necesita cuidados especiales para recuperar su vigor y prepararse para el siguiente ciclo de floración. Estos son los aspectos principales del cuidado de una orquídea tras su floración en casa:

  1. Poda de la espiga floral: Cuando una orquídea termina de florecer, es necesario podar la espiga floral. ¿Cómo podar una orquídea después de la floración? Si la espiga floral está completamente seca y marrón, se debe cortar desde la base. Sin embargo, si la espiga permanece verde, se puede podar ligeramente por encima de un nudo (aproximadamente 1-2 cm por encima) para favorecer la posible refloración o el crecimiento de nuevas espigas florales.
  2. Reducir el riego: tras la floración, la orquídea entra en una fase de reposo y sus necesidades hídricas disminuyen. El cuidado de una orquídea después de la floración implica reducir la frecuencia de riego. Riegue la orquídea solo cuando el sustrato esté completamente seco. Es importante no regar en exceso para evitar la pudrición de las raíces.
  3. Mantenimiento de la humedad: Durante la fase de reposo, las orquídeas requieren una humedad moderada. Mantenga la humedad entre el 50 % y el 60 % para que la planta se mantenga cómoda sin favorecer la aparición de moho. Puede usar un humidificador o colocar una bandeja con agua y piedritas cerca.
  4. Regulación de la temperatura: Durante la fase de reposo, se recomienda mantener una temperatura de 16-20 °C. Las temperaturas nocturnas pueden ser ligeramente más bajas para simular las condiciones naturales y facilitar la recuperación de la planta.
  5. Iluminación: Durante este período, las orquídeas necesitan luz indirecta, pero no luz solar directa. Colóquela en un lugar bien iluminado, pero protéjala del sol directo para evitar quemaduras en las hojas.

Trasplante de orquídeas después de la floración

Trasplantar una orquídea en casa después de la floración es un procedimiento importante, especialmente si el sustrato se ha degradado o las raíces han superado el tamaño de la maceta. El trasplante se realiza cuando la orquídea está en su fase de reposo, que suele ocurrir después de la floración.

  1. Cuándo trasplantar: Se recomienda trasplantar cada 1 o 2 años después de la floración. Si el sustrato empieza a descomponerse o se vuelve demasiado denso, es necesario trasplantar para mejorar el acceso de oxígeno a las raíces y prevenir la pudrición radicular.
  2. Elección del sustrato: utilice un sustrato especial para orquídeas para el trasplante, compuesto por corteza, musgo esfagno y perlita. Esto garantiza un buen drenaje y ventilación del sistema radicular.
  3. Cómo trasplantar: Retire con cuidado la planta de la maceta, limpie las raíces del sustrato viejo y retire cualquier raíz dañada o podrida. Después, coloque la orquídea en una maceta nueva, añadiendo sustrato fresco.

Alimentando orquídeas después de la floración

Tras la floración, las orquídeas necesitan nutrición adicional para recuperar su vigor. Alimentarlas en casa para su futura floración ayuda a fortalecerlas y prepararlas para el siguiente ciclo de floración.

  1. Tipo de fertilizante: utilice fertilizantes con bajo contenido de nitrógeno y alto contenido de fósforo y potasio. Esto ayuda a fortalecer las raíces y estimular el desarrollo de los brotes florales.
  2. Frecuencia de alimentación: Alimente la orquídea una vez al mes durante la fase de reposo para evitar sobrecargarla de nutrientes. Cuando comience el crecimiento activo, la frecuencia de alimentación puede aumentarse a una vez cada dos semanas.

Consejos importantes para el cuidado de una orquídea después de la floración.

  1. Comprobación de la salud de las raíces: revise periódicamente las raíces para detectar signos de podredumbre o sequedad. Las raíces sanas deben estar verdes y firmes. Durante el trasplante, retire todas las partes dañadas para prevenir infecciones.
  2. Monitoreo del estado de las hojas: deben estar verdes y firmes. Si empiezan a amarillear o a perder turgencia, esto podría indicar problemas con el riego o la iluminación.
  3. Crear condiciones favorables para el descanso: Durante la fase de descanso, es importante proporcionar a la orquídea un ambiente tranquilo, sin cambios bruscos de temperatura ni humedad. Esto ayudará a la planta a recuperarse y prepararse para la siguiente floración.

Conclusión

El cuidado de una orquídea tras su floración en casa incluye procedimientos importantes como podar la espiga floral, reducir el riego, mantener una humedad y temperatura moderadas, así como trasplantarla y fertilizarla. Siguiendo estas recomendaciones, podrá proporcionar a su orquídea las condiciones adecuadas para su recuperación y prepararla para una nueva y abundante floración.

Recuerda que las orquídeas requieren paciencia y cuidados minuciosos, especialmente después de la floración. Al cuidarlas durante este periodo, crearás las condiciones necesarias para su salud y una floración duradera.